Es una terapia con una serie de procesos sencillos que te permiten cambiar tus creencias y percepciones que impactan tu vida a nivel celular, se puede reprogramar las creencias limitantes en el subconsciente, aumentando la comunicación entre los dos hemisferios, logrando un estado de cerebro integrado que es el ideal para cambiar las creencias del inconsciente.

Además, cuando el hemisferio derecho e izquierdo están en comunicación simultanea las cualidades y características de ambos hemisferios están disponibles para maximizar tu potencial.

Psych-K® te ayuda a comunicarte directamente con tu mente subconsciente, fácil y rápidamente, para cambiar creencias autolimitantes por otra auto mejora que te benefician, en tan solo unos minutos.

Orígenes

PSYCH-K® fue originado en 1988 por Robert M. Williams tras una serie de intuiciones que se convirtieron en el cuerpo de este proceso para el cambio.
Después de catorce años como ejecutivo dirigiendo empresas en el mundo de la energía y las telecomunica Autor del libro “PSYCH-K…¡La Pieza/Paz que falta en tu vida!”, Rob también es copresentador del vídeo “La Biología de la Creencia…Psicología del Cambio” junto con su  amigo el Dr. Bruce Lipton. ciones, Rob experimenta un despertar espiritual y decide dejar los negocios por la psicoterapia.

Buscando una forma de aunar espiritualidad y cambio interior, estudia técnicas no convencionales, tanto antiguas como contemporáneas, hasta que conforma PSYCH-K®, un proceso simple y directo de cambiar las creencias limitantes subconscientes, con el fin de acelerar la evolución espiritual mediante la alineación de la mente subconsciente con la sabiduría espiritual.

¿Cómo funciona PSYCH-K®?

PSYCH-K® se basa en la teoría de la dominancia cerebral, así como la del cerebro dividido de la neuropsicología. Esto se podría resumir en que el cerebro humano es la división de dos mentes  conformadas por el hemisferios derecho y el hemisferio izquierdo, cada una con funciones muy específicas, y conectadas mediante una red de fibras nerviosas conocidas como cuerpo calloso.

Si bien nuestra capacidad natural, a la hora de nuestro nacimiento, es la de poder utilizar ambos lados del cerebro, las experiencias durante la vida provocan un predominio de una de las dos partes al responder a situaciones específicas.

Cuanto más emocionalmente cargada sea la experiencia, más probablemente sea almacenada para futuras referencias y más probable también que nos identifiquemos automáticamente con la misma experiencia con un solo hemisferio cuando el día de mañana tengamos una vivencia similar.